No creo en la vía violenta
me gustaría creer
en algo -pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Láctea.
EL HOMBRE IMAGINARIO
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.
(Ver video)
EL POETA Y LA MUERTE
A la casa del poeta, llega la muerte borracha ábreme viejo que ando buscando una oveja guacha.
Estoy enfermo - después., perdóname vieja lacha.
Ábreme viejo cabrón, ¿o vai a mohtrar I'hilacha? por muy enfermo quehtí ,
teníh qui afilame I'hacha.
Déjame morir tranquilo te digo vieja vizcacha
Mira viejo dehgraciao, bigoteh e cucaracha
anteh de morir teníh, quechame tu güena cacha
La puerta se abrió de golpe:
Ya - pasa vieja cufufa
ella que se le empelota
y el viejo que se lo enchufa
de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 1985)
Con el profeta Jonás
ese es un cuento de las Mil y Una Noches
a mí no me piensa haber tragado nunca ninguna ballena
no conozco más vientre que el materno
¿Permanecer tres días y tres noches
en el estómago de ese monstruo marino?
¡Ni Jesucristo se hubiera salvado!
Déjense de andarla revolviendo conmigo
yo no desobedecí órdenes superiores
además yo no soy profeta de nada.
ENTONCES
No se extrañen
si me ven simultáneamente
en dos ciudades distintas
Oyendo misa en una capilla del Kremlin
o comiéndome un hot-dog
en un aeropuerto de Nueva York
En ambos casos soy exactamente el mismo
aunque parezca absurdo soy el mismo.
LA
POESÍA
MORIRÁ
SI NO
SE LA
OFENDE
Hay
que poseerla
y humillarla en público